El proceso de sucesión en la pyme familiar es un momento delicado que en la mayoría de casos acaba en la no continuidad del negocio en manos de la familia. Aquí recogemos 10 recetas de éxito para familias empresarias que quieran abordar con garantías el relevo generacional de la empresa familiar.
La sucesión en una empresa familiar es algo natural, y se producirá de todas formas, tarde o temprano. Desgraciadamente, la mayoría de pymes familiares en España no consiguen superar con éxito el primer relevo generacional. De hecho, según las estadísticas, tan sólo el 30% de las Pymes en España lo hacen. Esa tasa de supervivencia baja hasta el 15% en el segundo relevo a siguientes generaciones.
10 reglas fundamentas en el relevo generacional
Hoy vamos a recordar las 10 recetas de éxito en la sucesión de una pequeña y mediana empresa familiar, que garanticen la continuidad del negocio en manos de la familia en el momento de la retirada del empresario.
- La primera es planificar. Anticipar y planificar con tiempo el relevo generacional es una de las mejores garantías de éxito de este proceso, que es muy largo y muchas veces complejo.
- El segundo punto importante es el abrir un espacio para el análisis y no dejar el relevo en manos del azar o de la casualidad. Tomar conciencia, determinar qué objetivos se quieren conseguir y ver qué vías existen para llegar ahí, será de gran utilidad para la toma de decisiones en este tema.
- La tercera receta es la de escribir. El protocolo familiar está demostrando ser un documento de gran valor para regular las interacciones entre las familias empresarias y las empresas familiares, determinando un código de conducta y siendo una herramienta de autorregulación.
- El cuarto consejo es tener paciencia, la sucesión es un proceso largo que puede durar entre 5 y 10 años, y que irá abordando distintas fases en las que las necesidades y actuaciones serán distintas.
- Que el empresario piense también en sí mismo y en sus necesidades sería el quinto elemento a tener en cuenta.
- La sexta receta es la de ilusionar a la familia empresaria; abordar la sucesión desde la responsabilidad, la confianza y el compromiso de todos los miembros de la familia resulta muy posibilitador.
- La séptima receta se refiere a la elección del o de los sucesores; en este punto, el elegir bien marcará a buen seguro la diferencia.
«La primera regla del éxito es una buena preparación»
George B. Shaw
- Una vez elegido, es conveniente ayudar al sucesor, esta sería la octava consideración. En el momento del traspaso de las funciones de dirección, el que predecesor y sucesor puedan formar equipo en aras del bien común resulta mucho más eficaz. En la sucesión no tan solo intervienen el empresario, el sucesor y la familia.
- Otro actor muchas veces olvidado en el proceso es la organización. Aquí la novena receta es clara: contagie a la empresa; una organización que comprende y participa en el proceso de sucesión se adaptará más rápido al nuevo liderazgo y a la nueva estructura propietaria.
- Para finalizar, el décimo consejo: buscar alternativas, abrirse a nuevas posibilidades que puedan dar solución a las necesidades de la familia y de la empresa.
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