La primera vez que visité la sagrada familia por dentro, el guía nos explicó varios temas, uno de ellos me quedó grabado. Habló sin saberlo, de la solitud del emprendedor. Y es que, cuentan que Gaudí permaneció muchas horas de su vida solo en una habitación, diseñando la sagrada familia. (visto el resultado, ¡me lo creo!). También muchos otros artistas hacen referencia a largos periodos de tiempo en soledad creando.
En este post quiero hablarte de la soledad del emprendedor y cómo aprender a disfrutar de ella. ¿Me sigues?
Si buscas la palabra emprendedor en google ¿sabes que aparece? Resuelto, decidido, activo, audaz, enérgico, diligente, dinámico.
Y sí, tiene razón google, la ilusión del emprendimiento, cuando llega, te aporta la energía necesaria para el arranque inicial, y es tarea del mismo emprendedor, mantener esa fuerza para seguir caminando en solitario (al menos al principio).
El emprendedor tiene colegas de profesión, compañeros de sector, amigos y familiares e incluso puede que algún trabajador a su cargo. Personas a su alrededor con quién puede compartir, conversar o pedir opinión, pero no pueden estar ahí para todo lo que necesita reflexionar, comentar, pensar, decidir… ellos también tienen vida.
Así que amigo/a emprendedor/a, tarde o temprano te vas a encontrar con ella, la solitud del emprendimiento, así que no intentes evitarla, pues puedes disfrutarla.
A partir de ahora (y quizá por un tiempo), estás solo/a para:
- Ilusionarte (nadie siente la misma euforia que tu, cuando la web sale al mercado o encuentras el primer cliente).
- Decidir (por mucho que escuches, tu tienes la decisión final, y tendrás que tomar muchas).
- El primer “fracaso/aprendizaje” (tampoco nadie lo sentirá como tu).
- Hacer facturas y equivocarte con los porcentajes.
- La incertidumbre de saber como pagaras las facturas el próximo mes.
- Ver como tu cuenta no para de crecer.
Aún así, no te asustes… a continuación comparto unos tips que te ayudarán a vivir de la mejor manera eso de “estar solo emprendiendo”.
Tips para disfrutar de la soledad del emprendedor;
- Conéctate con otros emprendedores de vez en cuando; estáis en la misma situación, y por eso podéis compartir experiencias, sentimientos, ideas y muy probablemente también saldrán sinergias. Hoy en día hay miles de formas de hacerlo: redes sociales, directos, entrevistas, mensajes, videollamadas, coworkings…
- Celebra tus logros con tu gente: está bien que “crees” solo, pero luego ¡sácalo al mundo! ¡Comparte eso tan maravilloso con los demás!
- Elige los trabajos que requieren menos concentración, y llévatelos a una cafetería o coworking (ver gente, aunque no hables… ¡te hará sentir en el planeta tierra!).
- Tomate descansos para el “café” “zumo” “agua” y habla, aunque sea solo (no, no estás loco, conversar con uno mismo es sanísimo y enriquecedor).
- Acuérdate que muchas otras personas están como tu en este momento. Aunque no las veas, puedes sentir su energía.
- Recuerda que estás así porque quieres. Seguramente para un fin que te hace mucha ilusión. Recuerda ese fin, visualízalo.
Cuando necesites fuerza para mantenerte trabajando en soledad, piensa en Gaudí: si el lo hizo ¿Por qué tu no?
Artículo de Cristina Monge, miembro del equipo docente de la Escuela de Coaching EDPyN.
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