Vivimos en un mercado cada vez más competitivo. Cada vez hay más requisitos, más estudios, mayor preparación. Tanta, que podemos llegar a olvidar la base de todo, el ser humano.
Ya no basta con saber, hay que saber hacer, querer hacer y poder hacer. Dentro de todo este proceso, los conocimientos técnicos son fundamentales. Sin embargo, sin una correcta aplicación dentro de las relaciones humanas que se establecen en los procesos, los resultados pueden no ser los deseados.
Dicho de otra forma, los conocimientos técnicos y la experiencia no garantizan el éxito. Estos tienen que ir acompañados de habilidades y competencias, absolutamente necesarios para poder ser más efectivos en los entornos profesionales. Según estudios científicos, el 75% del éxito laboral a largo plazo tiene mayor relación con las soft skills que con la capacidad intelectual. Si buscas un crecimiento laboral, esto te puede interesar.
¿Qué son las soft skills o habilidades blandas?
Las soft skills son las habilidades interpersonales, sociales, que permiten a la persona relacionarse de forma óptima con los demás, ser más efectivo y adaptarse a las distintas culturas y corrientes. Existe la falsa teoría de que son habilidades con las que se nace. Eso no es del todo cierto. Puedes nacer con una predisposición, pero, como el resto de habilidades, se tienen que trabajar y practicar para poder desarrollar, pulir y optimizar.
Además, el 92% de los responsables de Recursos Humanos entienden que la actitud es la clave más importante para decidirse entre varios candidatos en un proceso de selección. Y la actitud no es otra cosa que la transmisión de una emoción, real o ficticia, a otra persona o grupo de personas.
Por ello, se considera que en el momento en que los conocimientos técnicos, las hard skills, son similares entre varias personas, los detonantes en esa selección son las soft Skills. Están tan valoradas, que distintos departamentos de Recursos Humanos recomiendan ponerlas en el currículum.
Tanto Amazon como Google llevan apostando desde hace tiempo por estas habilidades, y han creado formaciones para empresas en soft Skills tan específicas como Gestión del Tiempo, Comunicación, Preparación para una entrevista…
Algunas de las Soft Skills más relevantes son:
- Comunicación: comunicar con eficacia siendo capaces de expresar mensajes con claridad y de forma adaptada al interlocutor.
- Negociación: proceso de comunicación persuasiva en el que dos o más personas con cierto grado de poder, intereses comunes y en conflicto, se reúnen para tratar de influirse mutuamente y alcanzar un acuerdo o resolver una situación.
- Orientación al cliente: actitud permanente por detectar y satisfacer las necesidades y prioridades del cliente.
- Capacidad de aprendizaje continuo: apertura mental a nuevos conocimientos procedentes de diversos campos o áreas del conocimiento.
- Trabajo en equipo y colaboración: ser capaz de trabajar con otras personas para la consecución de un objetivo.
- Inteligencia emocional: capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.
- Creatividad e innovación: capacidad para encontrar soluciones distintas a problemas complejos.
- Adaptación al cambio: adaptarse a las transformaciones y retos del sector de la consultoría, de sus clientes y entorno de trabajo.
- Iniciativa y proactividad: el consultor va por delante de los problemas, no por detrás.
- Gestión del tiempo: sabe cómo organizar lo que es urgente de lo que es importante, saber priorizar, ordenar ideas, calendarizar.
- Liderazgo: ejerce un rol de liderazgo adaptado a las circunstancias del entorno.
A través de un proceso de coaching es posible trabajar alguna de estas habilidades. Por otro lado, una formación en coaching posibilita el desarrollo de habilidades y competencias transversales que pueden ser de aplicación no sólo en el ejercicio de la profesión en sí, sino también en muchos ámbitos de índole personal y laboral como complemento ideal a otras profesiones.