Cuando el zar Nicolás I pronunció la frase «el hombre enfermo de Europa» en 1853, no sabía que años después, su metáfora se aplicaría como diagnóstico a un problema por el que está atravesando el imperio británico. Este país, enfrenta un récord de 2.5 millones de personas fuera del mercado laboral debido a enfermedades a largo plazo.
La ansiedad, la depresión y el estrés son los principales males que acechan ya a más de un millón de individuos en este nuevo escenario. De hecho, el 53% de las personas con baja por enfermedad a largo plazo reportan problemas de salud mental.
Esto no solo supone un problema en términos de bienestar social, sino que también lo es a nivel económico. ¿Por qué?
El Reino Unido se posiciona como el único país en el G7 y la OCDE que no solo no ha logrado recuperar los niveles de inactividad económica después de la pandemia de COVID-19, sino que los ha agravado. Por tanto, los expertos exigen soluciones que clasifican de «claras y urgentes» para abordar este problema, que cuesta alrededor de 150,000 millones de libras esterlinas anuales solo en producción perdida.
El coaching. ¿La solución perfecta?
Ante este paradigma, el gobierno británico ya ha propuesto una solución: en lugar de continuar ofreciendo las tradicionales bajas por enfermedad, se anima a los médicos a derivar a los pacientes a «life coaches». ¿Será el coaching la llave que abrirá la puerta hacia la solución de este problema?
Aunque esta medida apodada como “programas de apoyo universal” ha sido cuanto menos controversial, ya existen planes piloto en 12 regiones y la implementación a nivel nacional se espera para el próximo año, en función a la evolución de su funcionamiento a nivel práctico.
¿Qué opinan los expertos?
La profesora Kamila Hawthorne, del Royal College of GP, defiende que el enfoque principal de los profesionales de la salud debe ser siempre la salud y el bienestar de los pacientes individuales, en lugar de forzar la permanencia en el mercado laboral a cualquier coste. Mientras tanto, The Times ha expresado su apoyo a la iniciativa de coaching, argumentando que la inactividad económica tiene efectos a largo plazo en el crecimiento y la productividad. A medida que el Reino Unido lucha por superar los desafíos de productividad y la falta de mano de obra, la apuesta por los life coaches podría ser el as bajo la manga para una nueva era de bienestar social y económico.
Sin embargo, a pesar de los debates y desafíos, una cosa es cierta: el Reino Unido está decidido a escribir un nuevo capítulo en su historia, esta vez con un enfoque sin precedentes en su búsqueda de la satisfacción y la prosperidad de sus ciudadanos. Una vez más, se demuestra que cada día más personas e incluso países ven el coaching como una potente herramienta para diseñar el futuro que desean.
¿Qué te parece esta medida? Mientras, nos lo cuentas en comentarios, nos gustaría invitarte a que si quieres estar al día de noticias y más contenido sobre coaching, nos sigas en nuestros perfiles de Instagram, Facebook, TikTok y Linkedin. ¡Te esperamos!