Los beneficios del coaching son numerosos. Una mayor confianza en sí mismo, una mejor comunicación, una mejor gestión de las emociones y del estrés…
Esta disciplina de gestión del cambio promueve el descubrimiento y la creación de nuevas posibilidades para generar resultados distintos en el futuro. El coaching es una técnica, una metodología, que funciona, y de la que se han beneficiado miles de personas en todo el mundo. El coaching está presente en la mayoría de países y se utiliza hoy no tan solo en el mundo de la empresa, que es donde nació, sino que ya se ha extendido a la vida de las personas, así como a ámbitos concretos, como son por ejemplo el ámbito educativo, el sanitario, el deportivo, el político, el artístico, etc.
Hoy nos vamos a centrar en los siguientes beneficios:
- Tomar distancia de una situación.
- Mejorar la confianza en uno mismo.
- Una mejor gestión de las emociones.
- Mejorar relaciones.
- Ser el “protagonista de tu vida”
Tomar distancia de una situación
Uno de los primeros beneficios que verá el cliente de un proceso de coaching es la distancia que tomará de su situación y su objetivo. Al trabajar con un coach, dispondrá de la oportunidad de explicar su problema en un ambiente de no juicio y de confianza. El coach no está allí para dar su opinión u ofrecer soluciones preparadas como lo haría un ser querido. ¡Todo lo contrario! Las sesiones se articulan a través de una conversación, en la que, con la ayuda de preguntas y diversas herramientas, el coach invita a su coachee a reflexionar sobre su situación, le acompaña a encontrar sus propias soluciones, de modo que coach y coachee van avanzando juntos en la consecución del reto del cliente.
En cierto modo, el coach actúa como un espejo, aporta esa mirada que nos va a ayudar a “vernos” y a comprendernos mejor. Y de ese “comprendernos” nace la posibilidad de cambiar, de hacer y de sentir distinto.
Mejorar la confianza en uno mismo
Un proceso de coaching invita a la persona a conocerse en mayor profundidad y por ende, a mejorar la confianza en sí mismo.
Un proceso refuerza la autoestima de la persona y favorece una mejora en su rendimiento, desarrollando su potencial y liberando el talento oculto. Es decir, a través de las sesiones, la persona podrá tomar conciencia de sus recursos y de su potencial, lo que le llevará a tener una mayor confianza en sí mismo. En un proceso de coaching, el cliente pasará del “no puedo” al “sí, soy capaz”.
Una mejor gestión de las emociones
Por otro lado, un proceso de coaching va a permitir a la persona ser más competente en la gestión de las emociones, tanto propias como de otras personas con las que se relaciona.
Las emociones primarias son siete: la tristeza, la ira, la sorpresa, el miedo, el asco, el desprecio y la alegría. Los estudios de Paul Ekman demuestran que todas las personas experimentan las mismas emociones, pero cada una las experimenta de manera distinta. La respuesta que cada uno dé a esa emoción y el cómo la viva, es la que marcará la diferencia de actitud entre las personas
Identificar comportamientos y reacciones que a veces acarrean una carga emocional y poner nombre a esas emociones son pasos imprescindibles para una mejor gestión de estas.
Mejorar relaciones
Otro de los beneficios del coaching será la mejora de las relaciones del cliente con los demás, ya sea con su familia, sus amigos o en el trabajo por ejemplo. La confianza es la emoción con la que se construyen los vínculos relacionales con otras personas. Trabajar la confianza y las creencias relacionadas será una buena vía para que el cliente encuentre mejores maneras de potenciar relaciones positivas con otras personas, consiga gestionar el conflicto de una manera más eficaz y consiga vínculos profesionales y afectivos más posibilitadores.
Ser “el protagonista de tu vida”
A través de un proceso de coaching, la persona será capaz de afrontar el cambio y transformar algún aspecto de su vida de manera consciente y responsable, desde la libertad de elegir y de sentirse protagonista de su vida. Ello conlleva asumir de manera responsable las consecuencias que tendrá para ella y para los demás ese cambio.
Además, todos los elementos que el cliente haya trabajado a lo largo de las sesiones, como pueden ser sus valores, sus recursos internos y externos y sus límites, le permitirán actuar en otros momentos para alcanzar nuevos objetivos. De ese modo se convertirá en el protagonista real en su vida, podrá visualizar su futuro y avanzar con confianza hacia el logro de nuevos objetivos.
Si quieres saber más sobre la disciplina del coaching y sus beneficios, te invitamos a ver más información «¿Qué es el coaching?»