Una pregunta rápida, para responder sin pensar mucho: ¿serías capaz de nombrar tres seres mitológicos? En nuestro caso, la respuesta podría ser algo como “el unicornio, el cíclope y el genio solitario”. Sí, también el tercero: al hablar de innovación en los negocios, hay una serie de creencias -asumidas por muchos- que conviene rechazar, como este. Eliminar dicho mito de nuestro panorama mental es fundamental para un auténtico crecimiento de nuestro negocio.
¿Qué es un mito? Puede parecer una pregunta del ámbito de la antropología, pero su respuesta puede arrojar una luz inesperada para nuestro propio negocio. De acuerdo con el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid José Manuel Losada, podemos decir que:
“El mito es un relato explicativo, simbólico y dinámico. Narra uno o varios acontecimientos extraordinarios personales con referente trascendente y carece -en principio- de testimonio histórico. El mito se compone de una serie de elementos invariantes reducibles a temas (…) y remite siempre a una cosmogonía o a una escatología absolutas, particulares o universales”
¿Por qué el mito del genio solitario?
Para lo que nos interesa, podemos reducirlo en que el mito es un cuento sin base histórica que intenta explicar de forma mágica hechos extraordinarios. Es el caso, como decíamos, del genio solitario: el hombre o mujer dotado de un don excepcional que, casi por inspiración divina, recibe en cierto momento un flash que le permite crear algo absolutamente nuevo. El momento ¡eureka! que, en un segundo, hace aparecer la inspiración y la innovación.
Resulta un mito porque –como decía Losada- “carece de testimonio histórico”. Por más que se cuente que Fleming descubrió la penicilina al volver de unas vacaciones de verano y ver sus cultivos de bacterias exterminadas por un hongo extraño, lo cierto es que hicieron falta años de investigaciones después de aquel momento. Además, fueron múltiples investigadores quienes trabajaron para crear el medicamento por el que Fleming es célebre.
Conviene rechazar estas ideas porque, si nos las creemos, podemos caer fácilmente en la frustración. Al fin y al cabo, la mayoría no somos genios tocados por los dioses, sino personas que humildemente trabajamos con constancia en nuestros proyectos. Por suerte, la innovación tiene más que ver con el “trabajo de hormiguita” que con un único momento definitorio que cambia las reglas para siempre.
Para explorar más acerca de innovación, te invitamos a leer estos otros artículos que hemos escrito sobre el tema y a probar un proceso de coaching. Este es una herramienta que sí ayuda a los negocios a descubrir nuevas posibilidades dentro de sí mismos. Un proceso a través del cual, con trabajo y constancia, encontrar las vías de desarrollo e innovación que tu empresa o proyecto ya tiene en potencia. Una vía, en definitiva, de desterrar el mito para crecer hacia la meta.